Inspirados en la Encíclica del Papa Benedicto XVI Caritas in veritate y en el contexto del Mes de la Solidaridad, católicos penquistas comprometidos con la Iglesia, dieron a conocer en el foro “Compromiso del católico en el mundo social”, sus testimonios de su vasto servicio en organizaciones sociales y públicas de la zona.

En la jornada, que coordinó la Pastoral Social del Arzobispado, Mons. Ossandón agradeció el compromiso de los dirigentes sociales. “Gracias por estar en esta iniciativa. Recordemos que la madurez de un ciudadano verdaderamente consiste cuando descubre que la vida se nos ha regalado para servir (…) Para un obispo, esto produce admiración y aprende de cada uno de ustedes, de sus actividades, para seguir apoyando, como buen pastor, el Cristo que nosotros amamos y seguimos y que nos enseña a cultivar las acciones de misericordia”

Recordó a San Alberto Hurtado y luego valoró la presencia y participación de la mujer en el mundo social. “Realmente las mujeres nos han dado ejemplo en la historia. Haber servido por más de 20 años en parroquias con cultura popular y, de verdad, de las cosas más preciosas que puedo dar testimonio es que precisamente las mujeres, en situaciones más conflictivas y difíciles, nos dan experiencia y testimonio fuerte de esperanza”. En este sentido, agregó que “muchas mujeres pueden dar testimonio que el compromiso social es motor del desarrollo. El Santo Padre, en su encíclica, nos recuerda precisamente que la caridad es el motor del desarrollo, porque en ella se sostiene, se formula y ella exige la verdad y la justicia”, enfatizó, precisando que el Padre Hurtado señala con fuerza que el evangelio es social o no es evangelio.

En el foro, la asistente social, del Departamento de Pastoral Social, Ivonne Fuentealba, moderó las intervenciones de los panelistas Jorge Guzmán, como activo dirigente social de la zona del carbón, trabajando en distintos ámbitos de la pastoral de la parroquia Familia de Nazareth de Coronel; ha sido asesor de grupos solidario; es el presidente Consejo de Desarrollo del Cesfam de Lagunillas, Coronel, miembro de la Mesa Consultiva de FONASA, integrante del Comité Ético Científico de Salud en la región, entre otros; Loreto Alvear, ministra extraordinaria de la Comunión, animadora de la comunidad San Damián de Molokai, de la parroquia San Miguel, catequista, presidenta de la Junta de Vecinos “Cabo Aroca” de la comuna de Hualpén; presidenta Comité de Mejoramiento de Barrios, presidenta del Comité de Allegados Provivienda “Cabo Aroca” y Presidenta del Comité de Desarrollo; y el médico Germán Acuña, presidente de la Comunidad de Matrimonios de Shoenstatt, participante en la creación y ejecución del Programa de Cuidados Paliativos del Dolor del Hogar de Cristo, sistema que se incorporó a nivel nacional en los hospitales públicos; ex gobernador de Concepción, exconcejal y actual director de la Escuela de Medicina de la Universidad San Sebastián.

Cada uno dio testimonio de su trabajo. Jorge Guzmán señaló que su misión ha sido poner los dones que Dios le ha dado al servicio de la comunidad, siendo muchas veces voz de los sin voz y ha podido llevar paz y consuelo a las personas que sufren y ha defendido los derechos de otros tantos. Reconoció que la fuerza para su enorme trabajo social es la oración.

Loreto Alvear sostuvo que su compromiso es procurar el bien común para todos, ayudando a que no se atropellen los derechos de los más pobres y confidenció que ha encontrado sus fuerzas en Jesús y en el ejemplo del padre Damián de Molokai, que espera sea canonizado el 11 de octubre de este año.

Finalmente, Germán Acuña relató experiencias personales desde su juventud como alumno de medicina y fundamentó su espíritu y compromiso social, en el Señor, la Virgen María y particularmente del ejemplo de su padre. Resaltó que desde su profesión una de las acciones más significativas que le ha tocado asumir es la mitigación del dolor de las personas que sufren por enfermedades graves, muchas en proceso Terminal.

Fuente: Comunicaciones Concepción