Arzobispo Ezzati llamó a ser auténticos discípulos misioneros de Cristo Resucitado
Arzobispo Ezzati llamó a ser auténticos discípulos misioneros de Cristo Resucitado

Cirios encendidos y un fuerte tañir de campanas, siendo las 23 horas del sábado, indicaron, en la Iglesia Catedral de Concepción que ¡Cristo ha resucitado!

Lo propio se vivió en parroquias y comunidades, donde hubo vigilias y acciones litúrgicas especiales para celebrar el misterio de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

Monseñor Ricardo Ezzati, quien presidió la Eucaristía, previamente participó en el atrio de la Catedral, en la bendición del fuego, para luego entrar con un cirio encendido al templo que estaba completamente oscuro. Con esa llama se encendieron las velas de los centenares de fieles que participaron en la celebración. Luego, como parte de la liturgia, Monseñor bendijo el agua y llamó a renovar las promesas bautismales.

En su homilía nuestro Pastor afirmó que “hoy se celebra el día más grande de la historia de la humanidad. El día de la resurrección del Señor. Lo hemos esperado con el corazón atento, a través del camino cuaresmal, con la oración, con la escucha de la palabra y con la apertura de nuestro corazón a las necesidades de los hermanos”.

Agregó diciendo que “este es el día y la noche gloriosa en que Cristo ha vencido el pecado y la muerte y resucita glorioso. No busquen entre los muertos al que está vivo. Este es el anuncio que el ángel hace presente con fuerza a las mujeres que fueron al sepulcro. Este es también el mensaje que proclama la Iglesia, hoy, para nosotros”.

En su meditación, monseñor Ezzati señaló que “la resurrección del Señor es algo que nos supera totalmente. Es el misterio y cimiento de nuestra fe. Es allí donde cada uno de nosotros, poniéndose de rodillas en señal de adoración, está llamado a decirle al Señor: Señor mío y Dios mío”.

Citando a San Pablo, Monseñor manifestó que “si Cristo no hubiera resucitado, nuestra fe sería vacía y simplemente un cuento. Nosotros estaríamos creyendo en alguien que ha muerto, que no significa nada para la vida de la humanidad. Sin embargo, Cristo vive y está presente en la historia y lo estará hasta el fin de los tiempos”.

Reflexionó sobre el significado de ser discípulos de Cristo resucitado. Expresó que significa encontrar en el Señor nuestra esperanza y de encontrar el sentido de nuestra historia personal y también el sentido de la historia social. “Creer en la resurrección del Señor quiere decir ponerlo a Él como fundamento de nuestra vida, como criterio de nuestro caminar, como única y verdadera esperanza que nos conduce a la plenitud de la vida. Creer en Cristo resucitado significa que nuestra voluntad no quiere dejarse engañar por el pecado ni por la mentira ni el odio”, subrayó.

Recalcó que ponerse del lado del Resucitado significa comprometerse para que todos, especialmente aquellos que más lo necesitan, puedan tener acceso a una vida digna. “Significa hacer crecer los signos de la vida, desterrando el odio y promoviendo el amor; desterrando el egoísmo y promoviendo la solidaridad; desterrando la mentira y haciendo que brille la verdad”.

Recordó que la Iglesia vive un tiempo de misión. “Es un tiempo en el cual queremos que el mensaje de Jesús llegue a todos los rincones de nuestra geografía. Renovemos también nuestro propósito de ser auténticos misioneros de Jesús, de anunciar en todas partes la alegría de lo que nosotros mismos hemos encontrado”.

Monseñor comentó que la sociedad tiene una gran sed de Dios y por lo tanto necesita de muchos y auténticos discípulos misioneros. “En estos días, en que he podido atender a muchas confesiones de hermanos y hermanas que hacia tiempo no se encontraban nuevamente con el Señor, he descubierto cuánta sed de Dios hay en nuestra sociedad”, dijo, agregando que se ha conmovido al ver cómo ha vibrado la Iglesia de Concepción con la participación activa de tantas personas.

Finalmente, pidió invocar a María como Reina de gozo. “Que ella acompañe nuestra vida, para que en medio de la adversidad y también en el gozo y en la esperanza podamos encontrar siempre la vida plena en Aquél que hoy, por nosotros, ha resucitado”.

Fuente: Comunicaciones Concepción

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Concepción, 12 de Abril, 2009

Especiales de Iglesia.cl