También elevó su plegaria a la santísima Virgen “Querida Señora, en ésta, tu casita en el desierto, permítenos celebrar la fiesta de la fe con Jesús y unidos a ti, para que sentados junto a esta mesa del cielo vayamos al encuentro de las realidades y necesidades de este mundo, pues aprendemos aquí, en el misterio sagrado de su real presencia, que Jesús el Señor siempre tiene una Palabra de Vida, ante tantas situaciones que amenazan con destrucción y muerte”.

“Ruega, por el hijo que está en la droga y por la familia que sufre las terribles consecuencias de este flagelo. Ruega por el que está enfermo y solo. Ruega por los que experimentan la falta de medios para estudiar y de recursos suficientes para vivir con dignidad. Ruega por los migrantes, hijos e hijas de países vecinos para que encuentren corazones solidarios que los sepan acoger. Ruega por los que no saben qué hacer en su vida y viven en el temor paralizante de la indecisión. Ruega por las familias que viven en su interior con tanta violencia. Ruega por los chilenos, tus hijos, para que seamos más justos y solidarios”, señaló en Obispo de Iquique.

En la oportunidad además pidió: “Madre de los Bailes Religiosos, ruega por tus hijos tan queridos: bailarines, músicos y socios. Cuídalos para que sepan guardar y resguardar su identidad religiosa. Ruega para que nunca olviden que su danza se dirige al cielo, y aparta de ellos la sombra de la vanidad, la desunión y la carnavalización de sus ancestrales costumbres. Madre, guárdalos en esa fe profunda, hermosa, de pocas palabras, pero de miles de gestos simples y sencillos, que son una simple mirada de amor al cielo”.

- Homilía de Mons. Órdenes

Palabras de Monseñor Goich

La gran y ferviente devoción por la Santísima Virgen y los diversos signos de la Liturgia, todos ellos centrados en la solidaridad y caridad, sin dudas fueron las motivaciones de la emoción que dijo haber experimentado Monseñor Alejandro Goich, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y Obispo de Rancagua, antes de entregar la bendición final de la eucaristía que presidió junto al Pastor de Iquique.

“Bendigo a Dios por la oportunidad que me dio de experimentar esta hermosa celebración de la fe que ustedes me han dejado vivir”, dijo el prelado y entregó la bendición de clausura de la eucaristía, donde participaron miles y miles de peregrinos.

Celebración eucarística

Como cada una de las actividades establecidas en el calendario oficial, la eucaristía se inicio puntualmente a las 22.00 horas, con el traslado de la imagen de la Carmelita desde su camarín hasta el altar que, como es tradicional, se ubica en el frontis del templo ante miles y miles de peregrinos que la vitorearon con matracas, bombos, gritos y pañuelos.

Todas las emociones tomaron su mayor expresión a medianoche, cuando las multitudinaria asamblea enciende sus velas, agita sus pañuelos y hacen sonar sus matracas y bombos, al iniciarse los fuegos pirotécnicos que dan cuenta del día 16 de julio, onomástico de la Virgen del Carmen, patrona de Chile.

Oración del Rector

De manera previa al inicio de la celebración de las vísperas de la Fiesta de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, el rector del Santuario Padre Franklin Luza animó a la asamblea y pidió sus oraciones por los enfermos, los privados de libertad, la gente que por causa de trabajo o falta de recursos no pudieron llegar hasta la tierra del Tamarugal.

Al mismo tiempo agradeció a los diversos medios de comunicación que cubren esta celebración “porque nos permiten llegar a todas estas personas que han podido asistir”. También pidió la oración por todos los consagrados, hombres y mujeres que se encuentran orando por el buen desarrollo de la Fiesta Grande del norte de Chile: Carmelitas descalzas, Clarisas y Benedictinos.

Fuente: Comunicaciones Iquique