Obispo de Chillán invita a conjugar fe y vida
Mensaje en el Día Nacional de la Solidaridad
Obispo de Chillán invita a conjugar fe y vida

"El criterio del juicio final que Dios tendrá es la forma en la cual nosotros vivimos la enseñanza del amor, especialmente con los más pobres y desamparados", indicó Monseñor Pellegrin.

“No basta decir yo tengo fe, si no lo demostramos a través de obras”, señaló el Obispo de Chillán, Monseñor Carlos Pellegrin, en su reflexión para el Día Nacional de la Solidaridad, una fiesta que nos recuerda la pascua de San Alberto Hurtado, un modelo de santidad que Dios regaló a nuestra Patria, cuya vida precisamente se avocó a descubrir los rostros de Cristo en los más pobres y desamparados.

Al respecto, el pastor diocesano manifestó que las figuras de nuestros santos chilenos –San Alberto Hurtado y Santa Teresa de Los Andes- equilibran muy bien la conjugación de fe y vida que se nos pide a los cristianos. “El criterio del juicio final que Dios tendrá es la forma en la cual nosotros vivimos la enseñanza del amor, especialmente con los más pobres y desamparados. Se juzgará cómo hemos vestido al desnudo, alimentado al que tiene hambre, y visitado al privado de libertad y a los enfermos, etc. Un dicho latino dice que una roca se perfora con gotas de agua cayendo muchas veces. Y esa es la actitud que el Señor quiere”, enfatizó.

El Obispo de Chillán señaló que la Iglesia Católica es un referente válido para el pueblo chileno, pues tiene una opción preferencial con los pobres y necesitados de nuestro país. “Hay quienes han dicho que la Iglesia no conoce la realidad de los pobres. La verdad es que si hay una comunidad que conoce la vida de los pobres es la Iglesia, porque la Iglesia se fundamenta en los pobres. Cristo Jesús fue pobre, él opta por los pobres y la Iglesia tiene que seguir haciéndolo”, manifestó.

En el Día de la Solidaridad, la Iglesia nos invita a seguir proclamando el valor de la solidaridad, acogiendo la doctrina social que se fundamenta en las enseñanzas de Cristo y aterrizándola en nuestras realidades particulares, tal cual lo hizo el padre Hurtado. Sobre esto, Monseñor Pellegrin indicó que no debemos quedarnos en lo que ya existe, las grandes obras, sino que debemos buscar caminos nuevos para la solidaridad.

“El Hogar de Cristo fue una gran herencia del Padre Hurtado para nosotros, una iniciativa solidaria maravillosa de la presencia solidaria de la fe en medio de nuestro pueblo. Sin embargo, el Hogar de Cristo no es suficiente, hay que buscar nuevos caminos y formas para la solidaridad en nuestro país. Chile ha cambiado y creo que hay bastante más justicia, hay más caminos de participación, hay una atención especial por asistir a los más necesitados, pero todavía tenemos un largo camino por recorrer en materia de igualdad de oportunidades”.

Por otra parte, llamó a los jóvenes a una entrega incondicional a Cristo. “Hay que vivir a concho la fe, vivir con radicalidad a Cristo el Señor, siendo capaz de dejarlo todo, como lo hizo San Alberto Hurtado por los pobres”.

“Así se alcanza la santidad”, finalizó. “Los grandes santos de la Iglesia caían y se levantaban, pero con la fe en Dios podían superar sus propias limitaciones. Entonces, la invitación es a vivir la santidad a diario, empezando con aquellos que están más cerca. La santidad comienza por casa, con mi esposa, con mis hijos, con los más cercanos”.

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 18 de Agosto, 2006

Especiales de Iglesia.cl