Quinchilca: Emotiva Eucaristía de Consagración
Quinchilca: Emotiva Eucaristía de Consagración

Templo originario de 1778 en piedra, del cual aún subsisten restos, reconstruido con estilo Neo-Clásico en 1883, arrasado por las llamas en 1996 y reconstruido fiel a la historia...

Felices y agradecidos estaban los miembros de la comunidad de Quinchilca y de la Parroquia de Los Lagos, al ver coronado su sueño de consagrar su nuevo templo, fruto de alrededor de 10 años de esfuerzo y trabajo solidario.

Y no era para menos. La Eucaristía fue presidida por Mons. Ignacio Ducasse acompañado por Mons. Ricardo Ezzati Andrello, obispo auxiliar de Santiago, ex obispo de Valdivia y quien iniciara la obra de reconstrucción; junto a ellos estaban sacerdotes, religiosas y fieles del sector quienes dieron vida a la celebración en que se consagró la nueva iglesia dedicada a Nuestra Señora de la Candelaria.

Durante la homilía Mons. Ignacio destacó "hoy, venimos a bendecir el fruto de un trabajo de comunión y de fe, de esfuerzo y de solidaridad de todos ustedes y de muchas otras personas que no han podido venir a esta fiesta, pero que están espiritualmente presentes... Hermanos, este santuario mariano es la casa de la familia de Dios, de los discípulos de Jesús; es la casa de la comunidad creyente, de la que cree en Jesús y en la intercesión de su Madre como aquel día en Caná de Galilea. Este es un santuario que permanecerá con sus puertas abiertas para acoger a todo aquel que desee encontrarse con el Señor. Santuario corazón de la diócesis, para recibir a todos. Por ello podemos decir es una iglesia en medio de la Iglesia. Un templo en medio de la comunidad diocesana".

Más adelante instó a los fieles a que "el esfuerzo realizado, el fruto que resplandece en este templo-santuario, no debe ensombrecer lo que de verdad somos: "Nosotros -cada uno- somos templos del Dios viviente", nos dice el apóstol Pablo. Los cristianos somos santuario, habitación de Dios y por ello el lugar por excelencia de culto somos nosotros mismos".

Asimismo, Mons. Ignacio tuvo palabras de especial gratitud, en nombre propio y de la comunidad, hacia quienes hicieron posible esta construcción animada en su origen, de forma especial a Monseñor Ricardo Ezzati y al P. Mateo Tielens, custodiada por el celo histórico y artístico del P. Gabriel Guarda, osb., y dirigida con la tenacidad del Sr. Roberto Correa, levantada por constructores, maestros y artesanos.

"Agradecemos a Mons. Ezzati su presencia en medio de nosotros hoy, a quienes aportaron con su oración, ayuda material, trabajo, dedicación, que a todos el Señor, huésped y custodio de esta casa, les recompense con la generosidad que sólo El sabe", finalizó.

Como se planteara el desafío inicial, la iglesia se reprodujo tal como era; constituyéndose -a juicio del P. Gabriel Guarda- en un ejemplo único en el país.

Fuente: Comunicaciones Valdivia
Valdivia, 23 de Enero, 2006

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