"No podemos estar chocando con el mundo", plantea Obispo de San Felipe en Carta Pastoral
"No podemos estar chocando con el mundo", plantea Obispo de San Felipe en Carta Pastoral

Mons. Cristián Contreras Molina advierte que una actitud pesimista y a la defensiva puede alejar a la Iglesia de sectores significativos de la sociedad.

Una invitación a construir una Iglesia en comunión y participación hizo Mons. Cristián Contreras Molina, Obispo de San Felipe, en una Carta Pastoral dirigida a los fieles de la diócesis.

"No podemos hablar de una Iglesia Pueblo de Dios si no ponemos el acento en la comunión y en la disponibilidad para hacer de ella una `casa y una escuela de comunión´", manifestó el pastor diocesano en su Carta Pastoral titulada "Con la confianza puesta en el Señor".

Recuerda el Obispo de San Felipe que "ante los múltiples retos que se nos presentan en medio de una sociedad que no es ni será la que vivimos en la época de la cristiandad, necesitamos con mayor razón discernir los signos de los tiempos".

"Los tiempos son difíciles pero providenciales"

Mons. Cristián Contreras Molina invita a no caer nunca en el desánimo ni menos en la desesperanza: "Dios conduce la historia y nosotros debemos leerla bajo la inspiración de su Espíritu. No podemos estar chocando con el mundo. Debemos descubrir en él las semillas del Verbo. Los tiempos son difíciles pero providenciales, es decir, son una voz, una invitación y una promesa de Dios, porque serán tiempos de Dios. Sin embargo, pareciera que en la práctica vivimos como a la defensiva, con una mirada más bien pesimista, lo cual nos puede alejar de sectores significativos de la sociedad".

Plantea el Obispo de San Felipe que "el hilo conductor de nuestra trama" debe ser la evangelización de esta nueva cultura y el discipulado cristiano que es capaz de inculturar el evangelio en medio de este mundo. "El evangelio es el mejor regalo que podemos ofrecer".

"Queremos fortalecer la Iglesia de cara al futuro y no mirando el pasado, queremos crecer como Iglesia, no mirándonos a nosotros mismos como pensando en la realización personal. La dinámica no es primero amarse a sí mismo para amar a los demás y construir la sociedad. En la misión de ser sacramento de comunión con Dios y con los hombres, está la dicha de la Iglesia, esa es la razón de su existir", manifiesta.

La Carta Pastoral expresa que el caminar en la fe debe estar sustentado en la vida de oración: "El cristianismo no es una fórmula, sino el encuentro con una persona que nos ha dejado una certeza: `Yo estoy y estaré siempre con ustedes´. No queremos emprender un camino evangelizador sin interioridad, sin la lectura meditada de la Palabra de Dios, la eucaristía celebrada en nuestras comunidades, el sacramento de la reconciliación que restaura las heridas con el perdón que libera y con las obras de caridad que hacen presente en el necesitado al resucitado".

Agrega el documento que la memoria de los antepasados, la presencia en nuestra Iglesia de la primera Santa chilena, el trabajo abnegado y silencioso de tantos sacerdotes, religiosas (os) y laicos permiten acrecentar este caminar espiritual bajo al anhelo de construir una Iglesia en comunión y participación.


Niños y jóvenes primero

Entre las prioridades pastorales de la diócesis, el pastor quiere relevar su preocupación por los niños y los jóvenes, con un impulso a la Pastoral Juvenil y Vocacional.

"Como pastor me importa fortalecer la formación de líderes cristianos que sean capaces de proyectarse como constructores de una nueva sociedad", expresa, al tiempo que subraya que los jóvenes necesitan acogida, acompañamiento, orientación y una sólida formación valórica y moral donde el amor y respeto por la vida, la familia en una perspectiva transcendente de la existencia no puede estar ausente: "Una buena ayuda para llevar a cabo este desafío es el estudio y reflexión del Nuevo Compendio de Doctrina Social de la Iglesia".

Entre las prioridades pastorales, el Obispo propone relevar la Formación Permanente, que consiste en "crecer con la Palabra de Dios, con la palabra de la Iglesia y con las ciencias que orientan especialmente el desarrollo integral del ser humano".

También serán prioridades la familia ("Deseamos que ellas se sientan valoradas, acompañadas, acogidas y reconocidas como camino de santidad"), la pastoral de la mujer, y la pastoral de la solidaridad con especial acento en los adultos mayores, privados de libertad y temporeros (as)


Aportes a la Iglesia chilena y latinoamericana

El Obispo invita a hacer aportes desde la reflexión y experiencias de las comunidades para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que se celebrará en Aparecida, Brasil, en 2007. Agrega que dicho aporte también contribuirá a la implementación de las próximas Orientaciones Pastorales de la Conferencia Episcopal de Chile y de las propias Orientaciones Diocesanas.

La Iglesia diocesana de San Felipe celebró 80 años desde que fue creada en el año 1925. "Este aniversario nos permitió recordar con la luz de la fe, a tantos obispos, sacerdotes y religiosos(as) que a los largo de los años fueron sembrando la semilla del evangelio por los campos y ciudades de nuestros valles", agregó Mons. Contreras Molina.

Destacó, por su testimonio de pobreza y sencillez, al obispo Bernardino Berríos, y también por su espíritu visionario encarnado en el Santuario de Teresita de los Andes a Monseñor Manuel Camilo Vial.

Concluye la Carta pidiendo la bendición del Señor a las familias de la diócesis de San Felipe, a los sacerdotes, diáconos, religiosos (as) y seminaristas. "Que la Santísima Virgen y Teresita de Los Andes nos ayuden en nuestros sueños y esperanzas. Que todo sea para la mayor gloria de Dios", finaliza el pastor de Aconcagua.

Ver texto completo de Carta Pastoral

Fuente: Comunicaciones San Felipe - Prensa CECh
San Felipe, 11 de Enero, 2006

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