“Vivir en el mundo como verdaderos adoradores de Dios”
Cardenal Errázuriz a jóvenes peregrinos:
“Vivir en el mundo como verdaderos adoradores de Dios”

En su Catequesis ofrecida a centenares de jóvenes hispanoparlantes, el Arzobispo de Santiago hizo una profunda reflexión teológica sobre la adoración, a partir del texto bíblico que relata la adoración de los Reyes Magos.

Centenares de jóvenes, -chilenos, peruanos, ecuatorianos, guatemaltecos y salvadoreños, de entre otras nacionalidades- asistieron a la Catequesis que el Cardenal Arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, ofreció el 19 de agosto pasado en la parroquia Saint Joseph, en Bergisch Gladbach, Colonia, Alemania, en el marco de la XX Jornada Mundial de la Juventud.

Los jóvenes asistentes escucharon con mucha atención la catequesis del Arzobispo de Santiago que tituló “Vivir en el mundo como verdaderos adoradores de Dios”. “Para esta Jornada Mundial –comenzó señalando el Cardenal Errázuriz- el Papa Juan Pablo II nos propuso a los Reyes Magos como ejemplos de verdaderos adoradores de Dios. Por eso vamos a acompañarlos a fin de entender qué sucedió en ellos para que tomaran la decisión de retirarse a su país por otro camino. Luego, a la luz de lo que vivieron ellos, comprenderemos mejor qué significa y cuáles son las consecuencias para nosotros, que estamos llamados a vivir en el mundo como verdaderos adoradores de Dios”.

En su reflexión, el Arzobispo de Santiago destacó los gestos que cumplieron los Reyes Magos inmediatamente luego ver al Niño Jesús y a su Madre. “El texto nos dice que postrándose, lo adoraron y le ofrecieron sus dones. Ambos gestos –la postración y el ofrecimiento de los dones- están unidos a la actitud de adoración. Quien se postra se abaja, se empequeñece. Quien se postra quiere expresar su propia pequeñez ante quien reconoce, reverencia y respeta como al mayor, al más importante y poderoso. La postración tiene que ver con la humildad y la obediencia, con la apertura y la disponibilidad, la escucha y el servicio. La postración expresa la verdadera adoración cuando se realiza delante de Dios”.

Amar al Señor

Más delante, Monseñor Errázuriz destacó que la adoración es, en primer lugar, un reconocimiento de quien es Dios. “En segundo lugar implica vivir conforme a ese reconocimiento, sobre todo, sabiendo que el hecho de habernos creado y perdonado, de guiarnos y de salvarnos nace del inconmesurable amor que nos tiene. Adorar significa retribuir ese amor, amando al Señor, escuchando su Palabra, creyendo en él, orientándonos por su Verdad, y siguiendo el Camino, que es Nuestro Señor”.
“Entre los cristianos –agregó el Arzobispo de Santiago-, adoramos tan solo a Dios, Es el Creador, es nuestro Dueño y Señor, y en sus manos está nuestra vida. A diferencia de los poderosos de este mundo, en Dios se encuentra el poder inseparablemente unido al amor y a la sabiduría”.
“Después de estar con Dios y de adorarlo, -agregó- queremos vivir con Dios en el mundo que él nos dio, sin ser propiedad del mundo sino de Dios, y abrirle caminos a la fraternidad, a la verdad y a la paz, con valentía, con ilimitada confianza en su poder, para que todos puedan encontrarlo, adorarlo, ofrecerle sus dones y vivir como ciudadanos del cielo, conforme a la dignidad de ser sus hijos y colaboradores suyos”.

Ofrecimiento de los dones

Al referirse a los regalos que los Reyes Magos ofrecieron al Niño Jesús (oro, incienso y mirra), el Cardenal Francisco Javier Errázuriz señaló que quien adora, “ofrece dones. Y con los dones se ofrece a sí mismo como don, por tratarse del mismo Dios” (…) “Conocemos el simbolismo de los dones. Lo hacemos nuestro. Ante Cristo podemos sino adorarlo y abrir ‘los cofres de nuestra vida’ y afirmar con el oro de los Reyes Magos que él es el Rey y el Señor de toda la creación; con el incienso reconocer la divinidad del sacerdote de Nuestra Alianza; y con la mirra honrarlo como el profeta que será sepultado, después de derramar su propia sangre para reconciliar la humanidad”.

Siguiendo con su reflexión, Monseñor Errázuriz sostuvo que la adoración auténtica tiene un poder transformador impresionante. “Éste es el camino que nos mostró el Papa Juan Pablo II en su mensaje para esta jornada. Escuchemos su palabra: ‘¡Sed adoradores del único y verdadero Dios, reconociéndole el primer puesto en vuestra existencia! La idolatría es una tentación constante del hombre. Desgraciadamente hay gente que busca la solución de los problemas en prácticas religiosas incompatibles con la fe cristiana (…) ¡Jóvenes, no crean en falaces ilusiones y modas efímeras que no pocas veces dejan un trágico vacío espiritual! ¡Rechacen las seducciones del dinero, del consumismo y de la violencia solapada que a veces ejercen los medios de comunicación!”
En su Catequesis, el Arzobispo de Santiago también recordó las palabras del Papa Benedicto XVI, dos días antes de elección como Sumo Pontífice, donde denunciaba con mucha claridad otro ídolo de nuestro tiempo: la dictadura del relativismo, que consiste en “dejarse llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina”, en no reconocer nada como definitivo, y "en dejar como última medida sólo el propio yo y sus anteojos”.

Llevemos un mensaje de vida y esperanza

Al término de su Catequesis, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz llamó a los jóvenes a regresar a sus países decididos a construir “la ciudad terrena lejos de todo ídolo, como adoradores de Dios en espíritu y en verdad” (...) “Regresemos por el camino de la verdad, después de habernos encontrado con Cristo que es la Verdad”.

Misa en el Día de la Solidaridad

Por otra parte, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz presidió una masiva Eucaristía el jueves 18 de agosto, en el Día de la Solidaridad, al finalizar la peregrinación que los jóvenes chilenos hicieron a la Catedral de Colonia. “Siguiendo los pasos de los sabios de oriente-dijo el Arzobispo de Santiago, en su homilía- , hemos venido a adorar a Jesucristo. Al igual que ellos, hemos emprendido una larga peregrinación: hemos dejado nuestra patria para postrarnos en su presencia, trayéndole nuestros dones. La peregrinación de esta mañana quería expresar nuestro propio camino de esperanza, guiados por los signos que nos entrega la Providencia Divina, para encontrarnos con el Hijo de Dios, que ha asumido nuestra naturaleza de María, la Virgen, para ser hermano nuestro, nuestra luz y nuestra salvación”.

Texto completo de la Catequesis

Homilía del Cardenal Francisco Javier Errázuriz

Homilía de Mons. Cristián Contreras Villarroel

Más información: www.colonia2005.cl

Fuente: DOP y Comunicaciones Colonia 2005
Colonia, 19 de Agosto, 2005

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