Cardenal Errázuriz presidió conmovedor Vía Crucis
Cardenal Errázuriz presidió conmovedor Vía Crucis

Un multitudinario y emocionante Vía Crucis presidió el Arzobispo de Santiago, este Viernes Santo, en un recorrido de tres kilómetros por las calles de la parroquia Nuestra Señora de los Pobres, en la comuna de Huechuraba, en el que participaron más de 2 mil personas.

Las catorce estaciones del El Vía Crucis fueron escenificadas en vivo por actores de la comunidad parroquial ante la conmoción de los asistentes y vecinos que salieron al paso de la procesión en sectores como La Pincoya, Villa Wolf, Santa Victoria y otros. El pastor estuvo acompañado del párroco, el Padre Jorge Barros, de los vicarios parroquiales presbíteros Gabriel Hormazábal y Eduardo Rodríguez, otros sacerdotes y diáconos, personal apostólico laico y fieles en general. También se hicieron presentes la alcaldesa, Carolina Plaza y concejales de la comuna.

La patria necesita de la oración

El Cardenal, luego de saludar a la comunidad local, señaló que “en su pasión y en su muerte Cristo nos revela la verdad sobre Dios y sobre el hombre. Celebramos este Vía Crucis en un momento particular de la historia de nuestra patria y de naciones hermanas que festejan los 200 años de su independencia nacional. Lo hacemos en un momento especial de gran sufrimiento como nación, golpeada una vez más por la fuerza de la naturaleza, que ha cobrado vidas inocentes y ha dejado graves daños materiales y espirituales que tardaremos muchos años en poder recuperar. Queremos recordar a las personas que han sufrido más, sobre todo en las diócesis del sur del país. Queremos reflexionar esta tarde con particular intensidad sobre el contenido de aquellos acontecimientos que abrieron la puerta de nuestra salvación para ofrecerlo por la patria, que necesita de la fuerza de nuestra oración y del sentido que le damos al sufrimiento como discípulos del Crucificado”.

Precisó que tener parte en la cruz de Cristo significa “experimentar, por la acción del Espíritu Santo, el amor que esconde tras de sí la cruz de Cristo y reconocer también la propia cruz, cargarla sobre la propia espalda y movidos cada vez más por este amor caminar a través de la vida, imitando a aquel que soportó al cruz sin miedo a la humillación y que está sentado ahora a la diestra del trono de Dios”.

Enseguida, comenzó el recorrido por el populoso territorio de esta parroquia de la Zona Norte de Santiago, mientras poco a poco las personas se iban incorporando al Vía Crucis y presenciaban conmovidos las escenas en vivo que representaban con gran realismo los golpes y humillaciones sufridas por Jesucristo.
Tras más de dos horas de camino, el recorrido volvió al frontis de la parroquia, donde se escenificaron las últimas dos estaciones.

Testimonios

Heriberto Alfaro, dirigente de la Agrupación de Cuasimodistas de Huechuraba calificó esta celebración como “excelente, con la venida del Cardenal. Ha sido uno de los mejores Vía Crucis que hemos tenido en varios años”.

Alicia Jiménez, coordinadora de la Misión Continental de la parrroquia Nuestra Señora de los Pobres, cinco hijos, señaló: “Muy lindo, mucha gente, una multitud de gente. No sé si es un año especial, no sé, algo está pasando en nuestra población. Creo que con la Misión Continental hemos podido salir a la calle. Me parece muy bien que los católicos, la Iglesia, salgan a la calle. Deberíamos haberlo hecho hace mucho rato”.

Por su parte, la señora Griselda, casada, dos hijos, de la capilla San Sebastián, dijo que el Vía Crucis fue “muy hermoso, muy cercano a la gente, muy espiritual. Hermoso que hayan tomado en cuenta a nuestra comuna, que le falta harta espiritualidad. Pero estamos en eso.

El eco de la solidaridad de Jesucristo

En declaraciones a la prensa que cubrió esta actividad de Semana Santa, el Cardenal Errázuriz dijo que “todo sufrimiento nos hace mucho más sensibles para poder seguir los pasos de Jesucristo. El que sufre se asocia mucho más fácilmente al dolor de Jesús, comprende también, en situaciones de mucho desvalimiento lo que significa amar hasta el extremo de dar la vida por los demás. ¡Cómo sonarán estas palabras en personas que quisieron salvar vidas en el terremoto y en el tsunami! Nos permite con mayor profundad comprender lo que Cristo sufrió por nosotros”.

Respecto de los voluntarios que están realizando o han realizado trabajos en la zona devastada, expresó que “hay algo del amor de Cristo que está ardiendo en el corazón de esos jóvenes, de esos trabajadores, de esos profesionales, que los lleva inmediatamente a salir en ayuda. De alguna manera son las palabras de Jesús cuando dijo: ‘Estuve enfermo, estuve en la cárcel, fui forastero’, pero también podría haber dicho: ‘No tuve casa, perdí un pariente, no tengo en este momento techo, no tengo cómo protegerme del frío. Todo lo que hicieron por estos pequeños, por mí lo hicieron’. Ese llamado lo ha sentido mucha gente y han acudido en ayuda de los demás. Yo espero que esta ayuda no sea temporal, por unas pocas semanas y que después se olvida”.

Finalmente, el Arzobispo de Santiago señaló que “esta Semana Santa ha estado marcada, sin duda, por la solidaridad entre los chilenos, pero también marcada por la solidaridad de Cristo con nosotros, por haber tenido compasión de nuestra propia suerte, por los efectos tremendos del pecado en la sociedad en la cual él vivía, lo cual encuentra un eco en nuestra propia solidaridad, fuerte, poderosa, que estamos viviendo actualmente en Chile”.

Fuente DOP www.iglesiadesantiago.cl
Santiago, 03 de Abril, 2010
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