En su homilía, Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso, destacó la colaboración que ha visto en numerosas comunidades para ir en ayuda de nuestros hermanos damnificados por el terremoto. “He visto tanta alegría en jóvenes, niños, adultos, mucha alegría, creatividad y disposición de ayudar a los demás. Este terremoto también ha sacado cosas buenas de nosotros y de nuestras comunidades”.

“Hay más alegría en dar que en recibir. En la medida que me preocupo más por los demás, mis propios miedos y temores van disminuyendo”.

En ella también recordó que más de un millón de jóvenes y niños de Chile no tienen dónde estudiar. “Nosotros que estamos aquí, dando gracias a Dios por el inicio del año escolar, tenemos que pensar en los miles que aún no lo empiezan. Planteémonos qué podemos seguir haciendo por los que están sufriendo más. En primer lugar orar y ser agentes de paz; y después seguir ocupándonos por los hermanos que tienen más necesidades que nosotros.”

Al final de la Eucaristía, el Padre Edgardo Fernández, Director del Departamento de Educación Católica del Obispado de Valparaíso, saludó a todas las comunidades educativas presentes y resaltó que este año la solidaridad será un valor transversal que iluminará todas las actividades, tanto las propias de los colegios como las diocesanas. “Hay un antes y un después del 27 de febrero”.

Fuente: Comunicaciones de Valparaíso