Tallarinata Solidaria en Chillán reunió a la comunidad en torno al servicio y la fraternidad

En el marco del Centenario de la Diócesis de Chillán y del Mes de la Solidaridad, este sábado se vivió la segunda versión de la Tallarinata Solidaria, realizada en el Colegio Parroquial San José. La iniciativa contó con la colaboración del Hogar de Cristo, el Instituto Profesional Santo Tomás, la especialidad de Gastronomía del Colegio Parroquial San José, la Acción Fraterna de la Parroquia Buen Pastor y la Vicaría Pastoral Social de la diócesis.
En esta nueva edición, se repartieron 800 raciones de tallarines, acompañados de salsa pomodoro, preparada por Santo Tomás, y salsa alfredo, elaborada por los alumnos e instructores del Colegio San José.
La jornada comenzó con la bendición de los alimentos, presidida por el administrador diocesano, Padre Patricio Fuentes, quien estuvo acompañado por el párroco de Buen Pastor, padre Nelson Jara; y por el capellán del Colegio San José, padre Eduardo Mendoza. El presbítero señaló que “acá actúan varias voluntades: la Vicaría Pastoral Social, el Colegio San José que hace un trabajo muy bonito en la zona de Los Volcanes, el aporte del Instituto Santo Tomás, el Hogar de Cristo y la comunidad parroquial. Esto nos recuerda el valor de unirnos para servir a quienes más nos necesitan. Vivir el amor fraterno no es un adorno, es parte esencial de lo que nos enseñó Cristo”.
Por su parte, el rector del Colegio Parroquial San José, Luis Cisternas, expresó que “ha sido una experiencia muy bonita poder participar, es poner lo que nuestros alumnos aprenden al servicio de la comunidad y de nuestras familias. Además, pudimos trabajar con otras instituciones, lo que nos llena de alegría y orgullo. También estamos contentos de ser parte de las actividades del Centenario de nuestra diócesis”.
Desde la Vicaría Pastoral Social, la hermana Patricia Martínez comentó que “estamos con un inmenso gozo, fue una actividad muy hermosa en donde se compartió con la gente más necesitada. Trabajamos con los jóvenes, con la señora María a cargo de la cocina que fue maravillosa. Damos gracias a Dios por todas las personas que apoyaron esta iniciativa solidaria”.
La directora de Admisión de Santo Tomás, Paola Cabrera, también valoró la jornada. “Estamos muy contentos de haber participado nuevamente en esta actividad. Para nosotros es importante porque nos vincula con la comunidad a través del voluntariado de nuestra entidad, sobre todo con los estudiantes de Gastronomía Internacional y Tradicional Chilena”.
Mauricio Zorondo, jefe de operación social territorial Ñuble Maule Sur del Hogar de Cristo también expresó su satisfacción por esta actividad. “Estamos muy felices de cerrar el Mes de la Solidaridad, el mes del Padre Hurtado, quien nos inspiró a construir una verdadera cultura de respeto y amor hacia los más pobres. Junto a la Diócesis de Chillán, el Instituto Profesional Santo Tomás, el Colegio San José y tantas otras organizaciones y personas anónimas que se han querido sumar, hemos organizado esta Tallarinata que refleja lo que entendemos por solidaridad: una comunidad que se une, se organiza y se entrega para construir juntos un mundo menos violento, más humano, más respetuoso y cercano a cada persona. Como Carde Cristo, nos alegra profundamente ser parte de esta causa y de esta celebración del Centenario de la Diócesis de Chillán”.
El estudiante del Colegio San José, Marco Valdebenito, compartió su experiencia. “Participar en esta tallarinata me pareció una experiencia gratificante y mejoré mis habilidades en la cocina. Estuve a cargo de varias cosas como cocinar, limpiar y repartir los alimentos”.
La velada culminó en el casino del colegio, con un sorteo de premios, un show de cocina en donde Santo Tomás enseñó la elaboración de la salsa pomodoro y la presentación del grupo Cocharcas de Chillán, que animó la jornada con música latinoamericana.
Con esta segunda versión, la Tallarinata Solidaria se consolida como una tradición que une a la comunidad diocesana en un gesto de servicio y fraternidad, recordando que la solidaridad es parte esencial de la vida cristiana.
Fuente: Comunicaciones Chillán