
La Eucaristía fue presidida por el Obispo Diocesano, Monseñor Jorge Concha Cayuqueo, OFM, acompañado de sacerdotes, diáconos y numerosos fieles, quienes unidos en un mismo espíritu de fe, elevaron oración por el eterno descanso del Papa Francisco, confiados en que ahora reposa en la mano amorosa del Buen Pastor, a quien sirvió con humildad y entrega.
En su homilía, el obispo diocesano nos invitó a no quedarnos en el dolor, sino a dejarnos consolar y animar por la esperanza que nace de la fe en Cristo Resucitado. “Hoy, como Iglesia Diocesana, agradecemos por la vida y el testimonio del Papa Francisco. Su amor por los más pobres, su incansable anuncio de la misericordia de Dios y su llamado constante a la fraternidad universal nos acompañarán siempre”, señaló el obispo.
Expresó que: » Desde esta Iglesia Catedral de Temuco, con la Eucaristía le damos gracias a Dios por el Papa Francisco, porque nos ha dado un buen pastor que ha acompañado a su pueblo, en los últimos 12 años. Lo ha acompañado bien, como un hermano, como un padre, como un verdadero pastor, cercano a sus hermanos y a todo el mundo. También estuvo aquí, en nuestra Araucanía en el 2018 y nos dejó un mensaje encarnado en nuestra realidad.
Planteó que su servicio a Dios en la tierra no ha pasado desapercibido, su voz profética y penetrante ha llegado a muchos, por lo mismo, no a todos ha gustado, también ha tenido resistencias».
Manifestó que el servicio que el Papa Francisco dio a su Iglesia y al mundo, está en su enseñanza, en sus gestos y testimonio, » (…) Hizo mucho para mostrar el rostro misericordioso de Dios; pidió que los sacerdotes y obispos fuéramos pastores con olor a oveja, disponibles a la gente. También quiso hacer una iglesia más sinodal, con más discernimiento participativo, con más diálogo, con más transparencia. También, usó la imagen de un hospital de campaña, que prefería una iglesia herida a una iglesia encerrada, conformista y encerrada o atrincherada».
Monseñor Jorge, reafirmó que el papa Francisco, con radicalidad llamó incansablemente a cuidar la casa común, para lo cual no se cansó de pedir medidas estructurales a niveles nacionales e internacionales y por supuesto a partir de cambios en las costumbres de todos cotidianas, para dar lugar a una verdadera nueva cultura, porque así se requiere para bien de nosotros hoy y para las futuras generaciones, con radicalidad denunció el mal de la guerra».
» Fue un defensor de la vida humana, en todo el arco de la vida, de los que aún no nacen, de los descartados por diversas formas, enfermos, ancianos hasta la muerte natural y rechazó total a la pena de muerte», expresó.
Llamado a la Unidad
El Papa Francisco en La Araucanía, nos visitó en Temuco, el año 2018, donde nos dejó un mensaje que tiene plena actualidad frente a los grandes desafíos de nuestra región, » El Papa recuerda que la unidad es un don que hay que pedir con insistencia, por el bien de nuestra tierra y de sus hijos, pero también hay que construirla con el aporte de todos (…) Que la unidad de nuestros pueblos necesitan, reclama, que nos escuchemos, pero principalmente que nos reconozcamos».
En sus palabras, nuestro pastor diocesano, destacó que el Papa era consciente de que la misericordia de Dios es mucho más grande que la nuestra, que abraza a muchos más que lo hacemos nosotros y que no permite encasillamientos.
Era consciente que nosotros debemos favorecer la comunicación, el encuentro del hombre de hoy con Dios, con el mundo de hoy, mediante el diálogo con los hombres y mujeres de hoy. » Pidió justicia y solidaridad para los menos favorecidos con el progreso, los pobres, los migrantes, los pueblos originarios.
Al concluir su mensaje, manifestó » Le pedimos a Dios que el testimonio y el mensaje del Papa Francisco perdure y que siga sirviendo a la iglesia y al mundo. que aprendamos de este discípulo fiel a dejarnos cautivar y abrazar por Jesús, que aprendamos a seguir con amor a Jesús, porque solo así podemos dar más y mejores frutos y que motivados e inspirados por Jesús sigamos su ejemplo de fidelidad y servicio».
Profundizó en que «Él hizo de Francisco, un servidor suyo y de los hombres y mujeres, especialmente de los pobres, desamparados, por los descartados y de los que no tienen voz. Un sabio de nuestro tiempo que pasó por nuestra región, llamándonos a la unidad y a la paz. Le damos gracias a Dios porque reconocemos que todo viene de Él, la fuente de los dones y carismas que pone el fuego del amor en el corazón de sus fieles y el deseo de servirlo y de servir a los demás».
Damos gracias a Dios, lo bendecimos, que el Papa Francisco viva para Dios en la eternidad, renovando el compromiso de ser una Iglesia viva, servidora y misionera, como tantas veces lo enseñó y soñó el Papa Francisco, que descanse en paz.
Fuente: Comunicaciones Temuco