Cientos de santiaguinos se congregaron en la Catedral Metropolitana, a mediodía del 14 de febrero, para participar en la solemnidad de Miércoles de Cenizas, marcando así el comienzo de este tiempo litúrgico de reflexión, penitencia y preparación espiritual para la celebración de la Resurrección de Jesucristo.
Durante la homilía,
Monseñor Lorenzelli resaltó la necesidad de una conversión auténtica y profunda, siguiendo el llamado del profeta Joel de “volver a Dios de todo corazón”: “Según nos indica Jesús, para llegar a hacer nuestro el espíritu cuaresmal, nuestras vidas tienen que quedar marcadas por estas palabras, expresadas en acciones: conversión, arrepentimiento y humildad”, expresó el también Vicario General de la arquidiócesis.
El Obispo Auxiliar también hizo referencia al mensaje del Papa Francisco, destacando la importancia de la oración y el servicio al prójimo como expresiones concretas de amor a Dios, viendo a Cristo en el otro. En el contexto de los recientes desastres naturales en Chile, llamó a la solidaridad y ayuda hacia quienes han sufrido pérdidas.
El llamado a la solidaridad resonó en los corazones de los asistentes, como lo expresó
Mavrinn Berger (35): “Cuando uno ayuda, tiene que hacerlo desde el corazón, viendo a Jesús en el otro”.
May Aros (84) se comprometió a ayudar a los más necesitados durante la Cuaresma, buscando fortalecer la fe y fomentar el respeto hacia las diferencias.
La homilía concluyó con el ritual de la imposición de las cenizas, surgidas de las palmas quemadas del Domingo de Ramos anterior.
Los cientos de asistentes recibieron este sencillo, pero significativo signo: “Este es el objetivo del rito de la Imposición de la Ceniza, este es el objetivo de la Cuaresma que hoy iniciamos: regresar a Dios, acercarnos más a él y parecernos más a él y, desde El, a los demás”, señaló monseñor Lorenzelli.
Invitación que también acogió
Alberto Avello (39), quien comentó: “Me tocó mucho el mensaje de conversión, y me voy inspirado para vivir esta Cuaresma con mucha piedad, en penitencia, yendo a misa, orando en silencio, en plena conversión y reflexión”.
De esta manera, la Iglesia de Santiago inició la Cuaresma, unida en oración y acción solidaria, especialmente hacia las víctimas de los incendios en la Región de Valparaíso. Al finalizar la misa, se entregaron las tradicionales cajitas para la colecta de Cuaresma 2024.
Fuente: Iglesia de Santiago