
Trabajar con alegría para llevarla a la gente; ese fue el objetivo trazado en la mente de cada uno de los 78 jóvenes que viajaron a la localidad de Parral para llevar a cabo una obra que comprometía un profundo sentido cristiano durante el fin de semana santo.
La iniciativa nace de un grupo de jóvenes de la Vicaría de la Esperanza Joven que se contactó con el Municipio de Parral, en la Región del Maule. La idea era -en el fin de semana en que se recuerda la muerte y resurrección de Jesucristo-, ir a Parral a ayudar a resucitar el espíritu de la gente afectada y hacerles constatar que no están solos.
El viernes 2 de abril, a las 5 de la mañana, partió un grupo de avanzada que iba a instalar un campamento base donde se atendería a los voluntarios, quienes partieron desde Santiago a las 7 de la mañana del mismo viernes, para sumarse a este contingente solidario. Este grupo de jóvenes, liderado por Francisco Lazcano, encargado de la Comisión de Seguridad de la VEJ y coordinador general del Programa Voluntarios Por Chile, arribó a Parral cerca del mediodía, y desde ese momento no pararon de trabajar.
“En Parral nos esperaba un grupo de 40 voluntarios de esa localidad que se sumaron nosotros, nos guiaron por las calles y nos indicaron cuáles eran la necesidades más urgentes de la gente y las zonas más afectadas donde se requería más trabajo. Nos organizamos en cuadrillas de 10 a 20 personas, y desde ese momento no paramos de trabajar”, cuenta Francisco Lazcano.
Apoyo en varios frentes
La idea era apoyar en todas las áreas en que fueran necesarios, por eso se repartieron las tareas. Un grupo se fue trabajar recuperando materiales que pudieran ser reutilizables; otros se dedicaron a limpiar y nivelar sitios para la instalación de mediaguas, mientras otro grupo se dedicó a trabajar con un grupo de 80 niños realizando juegos, dibujos, pinturas, dinámicas y juegos de magia.
Una de las tareas en que este grupo apoyó al municipio de Parral fue en la realización de una encuesta destinada a elaborar una catastro de los daños en las viviendas. Esta fue una oportunidad para que los jóvenes entraran en las casas de los afectados donde pudieron dimensionar los dramas, la fuerza y la solidaridad de esta gente.
“Nos abrieron sus puertas y nos hicieron pasar. Ahí compartieron con nosotros un desayuno y nos contaron a cada uno su historia del terremoto, sus particulares relatos. Fue un momento de acompañamiento que ellos agradecieron mucho y que retribuyeron con hospitalidad y cariño”, relata Lazcano.
El sábado terminó con los jóvenes reunidos junto a la comunidad en la vigilia y en la Misa de Resurrección que se celebró en Parral, en la que se oró y se dio gracias por la solidaridad y por esta reunión.
El domingo los jóvenes partieron a las 7:30 horas a finiquitar las tareas que habían comenzado y se dieron el tiempo para llevar un cargamento de 300 canastas con huevos de chocolate para celebrar la Pascua de Resurrección con los niños de dos poblaciones de Parral.
Para el coordinador de esta iniciativa, la entrega de los jóvenes fue increíble: “los chicos mostraron una motivación fuera de serie, trabajaron en todas las tareas con mucho esfuerzo y lo que vieron y recibieron de la gente de Parral fue muy hermoso. Se generó un vínculo muy fraterno que los tiene motivados a volver lo antes posible para seguir trabajando. Esos gestos cambian la percepción de los jóvenes y son experiencias muy formativas”, afirmó Francisco Lazcano.
“Volvieron cansados pero con muchas ganas de seguir ayudando en esto. Tenemos un compromiso con la comunidad de seguir yendo hasta que Parral se vuelva a parar”, concluyó Lazcano.
Fuente: www.esperanzajoven.cl
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