Arrestados religiosos que manifestaban contra las políticas migratorias
Arrestados religiosos que manifestaban contra las políticas migratorias

El 18 de julio, fueron detenidos algunos participantes en la manifestación de desobediencia civil organizada en el Senado de los Estados Unidos por el Centro Colomban para la defensa y la sensibilización, por la Conferencia de Superiores Mayores, por la Conferencia de los Jesuitas de Canadá y los Estados Unidos, por la Conferencia de Religiosas de los Estados Unidos, por Pax Christi USA y otros, en contra de las políticas de inmigración implementadas en la frontera, en particular en lo que se refiere a los niños.

Entraron en la rotonda de entrada del Senado teniendo en las manos fotos de niños migrantes muertos en las instalaciones de custodia del gobierno federal. Poco antes, habían rezado en el jardín exterior, escuchado testimonios de migrantes aterrorizados de perder a sus hijos, leído los mensajes de los obispos llegados en apoyo a esta manifestación de protesta. A pesar de las advertencias de los agentes, refiere la agencia Sir, cinco de los activistas yacían en el suelo del Capitolio formando una cruz humana y a coro cantaron los nombres de las pequeñas víctimas: "Darlyn, Jakelin, Felipe, Juan, Wilmer, Carlos". La policía tuvo que intervenir arrestándolos mientras estaban yacían en el suelo y cantaban. Junto con ellos terminaron esposados, religiosas, miembros de parroquias y otros líderes católicos, llevados mientras rezaban el Ave María.

Entre las 70 arrestadas se encuentra la Hermana Pat Murphy, una monja de noventa años que trabaja con migrantes y refugiados en Chicago y que ha estado organizando vigilias de oración semanales todos los viernes frente a la agencia de migración durante 13 años. "El tratamiento de los migrantes debería indignar a toda la gente de fe", reiteró la Hermana Pat, y con ella lo repitió la Hermana Ann Scholz, de la Conferencia de las responsables de las religiosas americanas. "Estamos aquí porque el Evangelio -especificó- nos obliga a actuar y nos indigna el trato horrible que se da a las familias y, en particular, a los niños".

"Luces por la libertad"

La manifestación del jueves es sólo una de las muchas que han tenido lugar en varias ciudades del país desde el pasado sábado: el anuncio de las redadas de agentes de inmigración ha movilizado a cientos de personas de todos los credos que juntos hacen un llamado a un cambio radical en las leyes de migración y a poner fin a la detención de migrantes en centros de detención en la frontera con México, donde las imágenes de niños inmigrantes, separados de sus familias y detenidos en jaulas insalubres, han indignado a la nación. "Luces por la Libertad" es el nombre dado a estas citas, que tienen como símbolo la Estatua de la Libertad, un icono de la acogida de los inmigrantes en los Estados Unidos.

Arrestados también manifestantes judíos

El martes pasado", escribe en su artículo Maddalena Maltese, "también fueron arrestados diez manifestantes judíos: la acusación era que habían entrado ilegalmente en el ingreso de la sede de la Agencia de Control de Fronteras e Inmigración en Washington, mientras que otros 100 activistas habían creado una barrera humana, tomándose de las manos frente a las puertas y garajes del edificio para detener las operaciones de rastreo de los agentes de inmigración.

No más odio contra los refugiados

Después de la misa dominical en la capilla de Santa Francisca Cabrini, patrona de los inmigrantes, el cardenal de Nueva York Timothy M. Dolan denunció la actitud generalmente negativa hacia los refugiados y los solicitantes de asilo, precisamente en un país que por definición "es una nación de inmigrantes". El cardenal ha reconocido dolorosamente que hay "demasiados lugares" donde "los refugiados son objeto de odio y malicia".

Las amenazas de deportación son crueles

En Texas, el obispo de Brownsville, Daniel Flores, declaró que "las amenazas de deportación son crueles para las familias y los niños, y que la separación de los padres de sus hijos, sin siquiera la posibilidad de comparecer ante los tribunales, es reprobable. "Las leyes -añadió- deben tratar a las familias y a los niños de manera diferente a como tratan a los señores de la droga". Finalmente, Christopher Kerr, director ejecutivo de la Red de Solidaridad Ignaciana, explicó que los grupos y parroquias asociados con los jesuitas en el servicio a los migrantes, distribuyeron manuales de emergencia durante las misas en español y muchas parroquias se declararon "santuarios" para garantizar la seguridad de las familias que solicitaran refugio.

Fuente: Vatican News
Washington D. C., 19 de Julio, 2019

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